LA COSA II
Decidí cambiar el objeto porque el anterior me proponía dificultades a la hora de encuadrarlo, ya que la base del mismo era muy grande y rectangular. Se perdía la posibilidad de retratarlo en su totalidad y contemplar su detalle.
Elegí un tornillo grande, que supo pertenecer a las vías de un tren. Lo puse sobre una silla curva que funcionó de sinfín y lo iluminé con una lámpara móvil, de costado, para resaltar su figura en la sombra y la textura del objeto.
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